Pene en el alfeizar

Ella estaba ahí como siempre completamente desnuda frente a su ventana, la cual dejaba caer sobre ella brillantes rayos de sol los cuales dibujaban en su cuerpo deseoso  un resplandor con un magnifico efecto de luz y sombra.
Y yo la contemplaba desde fuera con una mirada estética, pero esa mirada tornaba ligeramente a su curso natural.  Y solo alcanzaba a pensar en como deseaba follar con ella en es preciso momento, que se subiera a mi polla suave y erecta, e introducirla lentamente en su caldeado y húmedo coño y sentir ese deslizamiento de ambos sexos que nos haría romper entre calores y gemidos.
Poder verla moverse al trote sin dejar que nuestros sexos respirasen y ver como sus tetas me provocan lascivas a que las atrape y los apriete con mis manos. La deseo tanto...deseo poder derramarme en ella, llenándola de puro fuego, mientras mi polla recibe entre libertinosos espasmos la lava caliente de su placer, mientras escucho su gemido sabiendo que acaba de correrse para mi...  y ahí sigue en su ventana invitándome a subir con un leve gesto que dice: "VEN Y FOLLAME"...